miércoles, 5 de octubre de 2011

Di por supuesto muchas cosas...

No me importa quien lea esto, no me importa si lo leen 5 o 1000 personas porque yo sólo quiero que llegue a una, sólo quiero que esto llegue a la única persona que sabe lo que hay en la caja rosa de mi escritorio, solo me interesa que llegue a ti…
Porque no te das cuenta de nada hasta que un miércoles por la mañana se te cae la zapatilla al suelo y ves su nombre escrito en la suela. Entonces miras a tu alrededor y lo ves todo. Ves esa rosa sobre la mesita, que se marchita a la vez que esto, ese pendiente al que le falta una bolita que nunca encontré, un anillo que ya no es nada… No puedo ni contar las veces que te e visto levantarte desde aquí, entre estas paredes que entonces eran perfectas… Pero si hay algún lugar, es el balcón.. un sitio privilegiado, siempre hablando de todo y de nada. El chocolate de la nevera disminuía cada vez que ibas o venias de la cocina y el caramelo cada segundo era más pringoso…
Ir a "el portal" después de salir de frutos… porque no era un portal, era "el portal"… tochos de fresa… el juego de las bolitas estresantes… adivinar quien bajaba por las escaleras…. Verte día si, día también... pelear por tonterías que luego hacen que todo valla mejor, cosas que no se olvidan… Creía tener a alguien en quien confiar pasará lo que pasara, alguien a quien se lo puedes contar absolutamente todo, alguien que te ayuda cuando lo necesitas, que te da apoyo… Alguien que sabe como eres, alguien que te hace reir, alguien que sabe lo que te gusta y le quita la puta cebolla a tus kebabs, alguien a quien odiar y querer al mismo tiempo, alguien a quien perdonar y pedir perdón… Hay días que llegaba a pensar: ¿Cómo puedo tener tanto? Que sonreia solo al escuchar su nombre, que cuando algo iba mal.. pensaba en su sonrisa y seguia adelante, que el tiempo no pasaba cuando tenía que verle, y encambio pasaba demasiado deprisa cuando estaba con él... Pero está claro que cuando algo cae.. Cae todo detrás… que cuando alguien te falla, empiezas a darte cuenta de que no ha sido el único que lo ha hecho...
Esta claro que hay un paso entre el pasado y el presente, y mi error fue pensar que ya habías dado ese paso. Pensé que esto era el presente, pensé que todo era real… que un "te quiero" significaba algo, que las caricias eran únicas, que cada momento tenía la suya… creía muchas cosas, porque hasta llegué a creer que de verdad sentías lo que decías.